La Crónica

La Mision de la Espada

Para Carlomagno, era necesario no sólo un enfrentamiento con los pueblos paganos del norte y del este, sino también una evangelización profunda de los mismos. Este hecho motivó las Guerras Sajonas (conocidas en las crónicas medievales como Res Gestae Saxonicae), las cuales se prolongaron durante más de treinta años en la frontera noroccidental de Austrasia, con no pocos actos crueles cometidos contra la población ignorante y a la vez rebelde.

Carlomagno, contando con la bendición de los papas de Roma, siempre obtuvo la justificación histórica y moral para llevar adelante su cruzada contra Sajonia; en el otro bando, una parte de los nobles sajones, liderados por el duque Widukind, se dividieron ante la gran potencia de los ejércitos carolingios estableciendo una guerra de guerrillas que no deja de recordar la tradición bélica germana descrita por por los historiadores romanos y que ya entonces dio sus frutos frente a los ejércitos de Roma, y a su vez desencadenaron grandes agravios contra los símbolos y propiedades del cristianismo, contando con el apoyo ocasional de los frisios y de los daneses.

La resistencia del duque sajón alcanzó, como no podía ser de otro modo en un época como aquella, el aura de la leyenda, tanto durante su liderazgo bélico como después de su misteriosa conversión al cristianismo. Así, los códices que componen el manuscrito de Angus de Metz, lejos de ser sólo una crónica de guerras de sangre y episodios carolingios, son también testimonio de una confrontación de ideas condenadas a abolirse mutuamente, lucha por la supervivencia no sólo de pueblos sino también de creencias, obra, por tanto, de creyentes y, a la vez, de devotos herejes. El choque de la evangelización cristiana y de sus misiones con la tradición milenaria pagana del norte de Europa encuentra su referente en Widukind, pero va mucho más allá de la guerra que ocupó la frontera de Austrasia durante más de treinta años. En aquella época, los ideales del cristianismo, liderando los grandes ejércitos carolingios, se dispusieron a evangelizar a los pueblos germanos llevando a cabo lo que más tarde se ha conocido como La Misión de la Espada.

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